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martes, 14 de enero de 2014

La verdadera magia de las cosas se encuentra en estar feliz cuando se supone que deberías estar triste. Y allí estaba yo, en aquella estación, con un nudo en el estómago por todas las emociones que había vivido en aquel lugar, al otro lado del cristal pero esta vez en un lado distinto. Mirando sin llorar, y esta vez sin miedo. Como tantas otras. Tarde de verano, de vuelta sola a casa, y su recuerdo sonriendo en la memoria, pasos lentos, horas largas. De vuelta a echar de menos lo que minutos antes cabía entre mis brazos, de vuelta a poner música demasiado alta para olvidar que su voz era la banda sonora de mis horas. Cae la noche y a la vez nuestros pasos nos llevan a caminos desconocidos, y me encontré otra vez en esa habitación de paredes rosas y recuerdos dulces, esa se cerraba detrás de ti. Necesitaba aquello, derrumbarme y levantarme al segundo, más fuerte que nunca, luchar, luchar hasta que el corazón lo permita, dejarme la piel.
Me han arañado el corazón más veces que el suelo las rodillas, y es justamente eso lo que me ha hecho ser lo que soy.





lunes, 19 de agosto de 2013

Y quizás me haya perdido hace tiempo ya entre los sinuosos caminos de tus sentimientos.

Porque nunca me diste mapa ni brújula, ni me tendiste una mano o me indicaste el camino. Ahora solo tengo dos opciones: seguir a la deriva por este laberinto, como un astronauta perdido en el espacio sin nave ni tripulación, o deshacer el camino, recogiendo las migas de pan, como un cuento de Hánsel y Gretel con final feliz.
Pero soy humana, y acabaré decantándome por el camino difícil y doloroso. Porque, como el universo, mi estupidez no conoce límites.
Y me pregunto si ya es demasiado tarde, o si nunca ha habido una oportunidad o un te quiero verdadero. Ven, siéntate, y háblame de esa tenia que te sale por la arteria aorta. O por qué debo morder mis labios cuando te quiero besar o la lengua cuando te quiero hablar.
Quizás simplemente no sea el momento o el lugar, o la gente o el azar, o el gato en el altar o el verte pasar, quizás los pitillos en el cenicero o los cigarrillos en el tendedero, quizás tu sonrisa que se marchita o el silencio de la mezquita que me perturba y me oprime mientras oigo al bebé llorar en mis brazos. El bebé que llegó junto a su hermano en una cesta descendiendo por el río hasta mis pies. Y yo, obedeciendo a la naturaleza o a los dioses que me los conceden, cojo a los gemelos y los amamanto y los veo crecer, como si fueran mis hijos, como si fueran de mi especie, como si algún día fueran a aullar, como si Rómulo no lo fuera a matar.
Y tú eres ese bebé, tú eres ese Remo que agoniza, esa tenia en la arteria, esos labios contra los míos, eres el azar, el karma, el Alá de la mezquita, mi cigarrillo de la mañana, mis pitillos arrugados, mi querido gato de ojos marrones esperándome en el altar, soy tu sonrisa y tú eres la mía. Eres la lluvia, eres el sol, eres mi cielo y mi vida. Eres Edith Piaf, eres Ringo Starr. Y yo te quiero y te adoro, y te vuelvo a dejar escapar. Eres un taxi en la medianoche, eres la cara oculta de la luna, una ola perdida, un paseo al amanecer, eres las montañas y los ríos, eres la nieve y la lava, eres la India y eres Amsterdam, las guerras, los pactos, los llantos, las bombas, los besos, los azahares. Eres toda mi realidad, todo mi mundo, todo mi ser.

lunes, 29 de julio de 2013

Versos que perdieron sus letras

Aún conservo las cenizas de todas las poesías quemadas. Solía escribir para poner a prueba mis sentimientos y hasta cuanto podría resistir mi corazón derramando esa tinta que lleva dentro. La tinta que unía nuestra vida. Aunque tu y yo nunca llegásemos a ser pluma y papel siempre teníamos algo que escribirnos. Y ahora duele. Es un dolor que persiste, como la tinta derramada sobre las teclas de mi confidente, testigo de mis lágrimas y mi ira. Cómplice de que lo único que necesito cerca y lejos eres tú. Aún recuerdo aquella carta, aquellas palabras que susurraban..
-No quiero que me prometas lunas, que Luna sólo hay una, y fue Bécquer quien la escondió entre sus poemas. Regalame noches, que en invierno hay muchas y me hace(s) más falta..
Siempre tuviste la fórmula mágica para derretirme en  momentos en los que sólo deseaba ser hielo. Por eso aprendí desde que te fuiste, que es mejor callar versos ya que de esta forma no tendríamos que medirlos ni tendría ninguna importancia a la lírica. Pero no puedo olvidar la perfecta rima que formaban tu mirada y mi sonrisa. Exquisita, cuidada al milímetro, enlazada. Dando musicalidad a nuestra rutina. A nuestro día a día.
Sin embargo, acabé llena de noches de insomnio, con versos formando pesadillas, con letras que se juntaban formando un "te echo de menos". Noches de amor y noches de odio. Cicatrices color carmín que arañaban el corazón. Plumas sin tinta. Folios  blancos sin palabras. Sentimientos sin vida. Almas perdidas. Versos desorientados. Sonrisas tristes. Rimas escondidas detrás de cada estrofa. Estrofas desordenadas sin lógica alguna.
Por eso ahora le grito al mundo que se pare, yo me bajo en la siguiente parada, que este rumbo vacío no me gusta. Esta rutina descontrolada me asquea, me derrumba. Cada media noche analizando cada mirada cruzada, cada roce que perdimos, cada beso robado por el miedo, la soledad me susurra diariamente que me ama. Mi corazón cada noche se te declara. Pero no hay respuesta, sólo el eco de tus pasados "te quiero" retumbando en mi alma cada amanecer.






martes, 25 de junio de 2013

Ahí estás tu*

Puro éxtasis, felicidad desbordante, placer inacabable... Mejor que cualquier droga, mejor que un día de verano, mejor que los batidos, que la playa, que el Sol, el mar refrescante, la arena que te acaricia... Mejor que algo caliente en invierno, que un sobresaliente, que los profesores simpáticos... Mejor que un buen día de snow, mejor que los tés, el English breakfast, el Earl Grey, la menta poleo, la canela, la vainilla, ¡la miel!... Mejor que la sonrisa de un vagabundo que recibe una limosna generosa, que los bizcochos de chocolate, los huevos fritos, el azúcar, los transgénicos, el veneno en la piel, la victoria en la guerra de Troya, la hierba, la infancia, los perros, los bebés, el azul... Que un buen libro... Mejor que el momento de éxtasis de tu canción favorita, mejor que Something, que los Stray Cats, que Scarborough Fair, que A Day In The Life, que The Beatles, los Arctic Monkeys, Home, Zimmerman, Ian Curtis, Freddie Mercury... Mejor que la música... Mejor que el cielo sin una nube, mejor que un preso libre, mejor que un campo de centeno, mejor que volar, mejor que la libertad... Mejor que el momento de nacimiento, mejor que una muerte dulce, mejor aun que la vida... Mejor que nada y que todo. Por encima de eso, por encima de las mejores sensaciones que se te puedan pasar por la cabeza, justo un escalón por encima... En ese escalón estás tú.

viernes, 21 de junio de 2013

La destruiste.

¿No hace unos días que la notas un poco rara, un poco ida del mundo real? Se pasa el día con los cascos en las orejas, escuchando música para desconectar del mundo entero. Claro supongo que no te habrás dado cuenta, yo creo que podría ser actriz, ella lo sabe disimular muy bien. Crees que ese pequeño detalle no le dolió, pero le dolió y no sabes cuánto. Porque su vida, aunque te parezca que no, no es un cuento de hadas como lo pinta ella en sus cuadros. Ni es una historia perfecta como canta en sus canciones. Tiene miedo, mucho miedo a perderte, a que si te cuenta cómo se siente, la dejes. No sabe que tu darías todo por ella, su subconsciente lo sabe pero no ella, ella cree que su vida cambiará si te cuenta todo lo que le pasa por la cabeza. Ese pequeño comentario de anoche, la mató. Pero ella, se lo tragará, se tragará sus problemas, no te contará nada de lo mal que lo pasó. Si tiene que desahogarse, bailará hasta que sus pies sangren, hasta que no pueda más, hasta que quede rendida, hasta que se desmaye. De lo mucho que lloró por esos comentarios. Claro que ella va a decir que está feliz por ti y va a deslumbrar esa sonrisa famosa. Pero mira profundamente dentro de esos ojos cafés. Cariño, la destruiste.


martes, 18 de junio de 2013

Imagino y deseo

Me imagino, lo increíble que sería despertar y tenerte al otro lado de la cama. Imaginar, todas las noches de locuras, de alcohol, las mañanas de resaca, de sexo, las tardes de pelis, de sofá. Todos los días de mi vida, compartidos contigo. Cada mañana, cada tarde, cada noche. Todas perfectas si es a tu lado, pase lo que pase, sea lo que sea. Daría la vida, para que el ultimo segundo de mi existencia sea contigo. Has conseguido sacarme de ese pozo sin fondo. Soñaré contigo y al despertarme tengo la certeza de que seguirás a mi lado, de que no te has ido, confío plenamente en ti, en esa persona que me vuelve completamente loca, que me tiene pensando, en un mundo perfecto a su lado. Imagino y deseo, cuentos de princesas, unicos.

¿Sólo seréis una vez más dos desconocidos soñando volverse a encontrar?

¿No te has dado cuenta de lo que siente ella al verte con otra? La tristeza se le nota hasta en la sonrisa. Cuando te ve con cualquiera, quiere morir. Quiere desaparecer de este mundo cruel que no ha sido capaz de concederle su mayor deseo. Estar contigo. No sé qué te encuentra, a ti, la verdad, si eres un idiota que va rompiendo corazones noche tras noche. Supongo que será el amor por ti que la ciega, que la vuelve loca, que la hace desvariar. Y ahora que te estaba empezando a olvidar, cuando te había dejado de ir detrás, es ahora que tú la persigues, y le dices que la quieres, y le dices todo lo que hace unos meses le negaste con tal claridad. Sí, es verdad eso de que apreciamos las cosas, sólo cuando empezamos a perderlas, cuando empezamos a echarlas de menos. Eso te ha pasado a ti, y como sabes acabará cayendo a tus pies, porque está enamorada, porque la vuelves absolutamente loca. Porque creo yo, que siempre habrá alguien que aunque no quieras siempre será tu debilidad, que si sonríe tú sonreirás, que si te habla tu contestaras y si te necesita tu seguirás estando ahí, para todo. Y es ahí, cuando casi te había olvidado, cuando le sonreíste, cuando lo vuestro empezó, porque una vida, está llena de metas, y su mayor sueño, su mayor meta la llega a alcanzar. Y hoy hace un año des del inicio de esta historia. Todo comenzó, cuando le empezaste a destrozar la vida. Cuando te diste cuenta que la perdías, que reconstruía su vida con otra gente, apareciste tú de entre la sombra y te la llevaste contigo. Ella ha cambiado, y tengo esa horrible sensación de “ya nada es como antes”. Total ¿para qué? Para que la volvieses a dejar tirada a los tres meses te cansaste de ella. Y lo peor no fue que la dejases, fue como la dejaste. Fuiste la persona más cruel del mundo, sabiendo que estaba enferma fuiste tú y en toda su cara le dijiste “Con la mala leche que llevas y la anorexia que tienes no hay ni quien te aguante” Aunque no lo sepas, ese pequeño detalle le dolió. Y no sabes cuánto. Creías que lo había superado pero no, esas palabras retumbaban en su cabeza las veinticuatro horas del día. Ella, se fue y cuando le pediste perdón, se tragó su orgullo y te dijo “no importa”, aunque al girarse le cayó una lágrima, y detrás de esta mil más. Te perdono, aunque nada fue como antes. Y ella se planteaba lo curioso que era que las personas que normalmente te hacían daño son aquellas que una vez prometieron jamás hacerlo.  Ella siempre tenía detalles contigo, y tú con ella nada. Ella te dejó una nota, la primera noche que pasasteis juntos, esta decía: “Hacerlo todo o no hacer nada. Conquistar el mundo o acostarme a dormir. Cualquier cosa puedo hacer siempre y cuando sea contigo” Y no fuiste capaz ni de contestarle, la única cosa que hiciste fue guardar esa nota, con perfume de rosas en tu cajón. Y ahora después de cinco meses sin ella, te das cuenta que la has perdido para siempre. Ella es feliz con otro, ella que era tu Julieta, que era tu perfecta señorita. Ella a la que le hiciste tanto daño, pero a la vez, la persona que más querías, ella ha encontrado a otro. ¿Y tú? Vuelves a empezar como antes de conoceros. Ahora sois dos extraños de nuevo, pero esta vez con recuerdos en común. Os veis por la calle y ni os saludáis. Y ella vive con un lema en su vida “Ten en cuenta que la gente cambia pero el pasado no.” Aunque parece que lo haya olvidado todo, ella en el fondo te echa de menos. Pero sabe que no puede estar contigo, por su bien. Pronuncia tu nombre en sueños, aunque no se ha dado ni cuenta. Será verdad, que algunas personas están destinadas a enamorarse la una de la otra pero no están destinadas a estar juntas. Y eso te pasó a ti, con tus ojos verdes, destrozando tu corazón cada vez más por no tenerla. Tienes que entender que no volveréis jamás a estar juntos, o al menos eso creemos. Aunque claro, en el fondo ninguno de los dos es feliz aunque aparentéis lo contrario. Quédate con esta frase, memorízala e interiorízala: Al final todo va a salir bien. Y si no ha salido bien, es que todavía no es el final. ¿Seréis la excepción que confirme la regla?  O ¿Sólo seréis una vez más dos desconocidos soñando volverse a encontrar?

jueves, 13 de junio de 2013

*

El dia de hoy es como cualquiera. No pasa nada especial, nada especial deja de pasar. Voy caminando por la calle sin pisar las lineas del suelo, como si me fuera la vida en ello. Y no paro de pensar en la falta que me hace un pitillo, tres chupitos de tequila y mas rayas de las que mi cuerpo pueda aguantar. Quizá asi deje de ser bajita, tonta, narizotas, fea, gorda, gilipollas, cobarde y puta. O puede que si lo siga siendo, pero a mi ya me dará igual. Me dará igual si cayó el muro de Berlin, si hubo un terremoto en Lisboa, si empezó la guerra fria o acabó la guerra civil. El pasado no importará, porque lo habré olvidado al segundo trago. El futuro será incierto y lejano a partir de la primera raya. Dará igual que sea pobre o rica. Pija o pordiosera. Dará igual si me gustan los morenos o los rubios. Si prefiero la mañana o la tarde, el invierno o el verano. Solo seré una chiquilla con una sobredosis tirada en la acera, esperando a que venga una ambulancia y rezando por que no avisen a mis padres. Una chiquilla más entre la vida y la muerte. Entre el vicio y la responsabilidad. Oh, vaya, he pisado una linea del suelo. Game Over, fin de la partida, fin del sueño .

lunes, 10 de junio de 2013

Él*

Él me ha enseñado a cambiar el mundo. Él me ha endseñado a dejar que me agarren por la espalda y me rodeen sin apenas ponerme nerviosa. Él me ha enseñado a apoyar mi cabeza sobre su pecho mientras me abraza, a dar besos en la frente y a recibirlos en la nariz. Me ha enseñado a echar de menos. Me ha eseñado a no complacer siempre a los demas, y yo he aprendido a pensar en mi misma. Él me ha enseñado a cogerle por la mano en vez de por el brazo, y a no soltarlo por miedo a los demas. Él me ha enseñado sus inseguridades, y yo he aprendido a no juzgarle. Él me ha enseñado a ser feliz, y tambien a parecerlo....(si, no soporta dar pena a la gente) Él me ha enseñado a susurrar en el oido y hacer cosquillas con los labios en su oreja. Él me ha enseñado lo que nunca pense que aprenderia de un chico superficial, pesado, y malhablado que en su interior escondia algo mas grande. Él me ha enseñado su mundo, y yo he aprendido a ver de mil formas el mio.

jueves, 6 de junio de 2013

Miró hacia la ventana, el día le sonreía y hacía mucho tiempo que no se sentía tan viva. Se sentó en la cama revuelta y se puso los pantalones. Unos vaqueros viejos que encontró por allí encima. Y entonces, se miró las manos y recordó todo lo que por ella había pasado. Hombres, papeles, fotografías, todo lo que un día fue someramente suyo y que ahora no sabe ni donde está. Comenzó a recordar todas las sonrisas que regaló a cambio de un techo bajo el que resguardarse, todo lo que su columna vertebral se dobló para poder ganar unas míseras perras que después terminaría gastando en whisky barato de la tienda de Mac. Y ahora ya no sabe hacia dónde correr, es peor aún no sabe si debe correr, andar, o dejarse morir en aquella cama. Porque todo lo que un día fue suyo ahora no está, y no sabe por dónde buscar. Ya no le brillan las mejillas de emoción al ponerse unos tacones, ni al pintarse los labios del rojo brillante que él le regaló. Y las luces de su camerino se están apagando lentamente sin que nadie se dé cuenta, sin sollozos o lágrimas que formen una bonita banda sonora. Su corazón se paraba lentamente, porque ya nadie la recordaba. Nadie la necesitaba, solo era otro ser humano carcomido por los recuerdos, una prueba de los destrozos del tiempo. Solo era sombra.

viernes, 31 de mayo de 2013

Se consumen en el humo, se evaporan con las risas. Se revuelcan por el césped, se besan. Se abrazan, se queman. La luna esta noche está llena, llena como ellas, de alcohol, de tabaco. No hay nada de que preocuparse, sólo de saber si quedan cigarrillos para el resto de la noche. Vuelven a encenderse otro, y otro, y se lo fuman, y con ellos, las cosas tristes, las cosas que les preocupan, las noches vacías, las estrellas caídas, las nubes. No han comido, pero tienen hambre de seguir consumiéndose, de llenar el vacío con más vacío. Se enamoran y a la semana dicen que eso no fue nada, y ya están con otro tema. Besan y dejan que no se olviden.
Levantan pasiones, despiertan la envidia, los celos. Envidia de poder alcanzar ese estado de felicidad, envidia por poder pasar de todo, y por no darle importancia a nada.
No es fácil encontrarlas, pero, ya no llevan tacones, ni tampoco están muy escotadas. Sus mejores armas son un lápiz de ojos negros, risas y unos paquetes de Chesterfield.





miércoles, 29 de mayo de 2013

Déjame que seamos infinitos*

Cada frase que dices siento que algo se agita en mi pecho. Quiero verte, necesito verte. Hay algo extraño en todo esto, eres como un rayo de luz en mi oscura vida y recuerdo que una vez me dijeron: 'Enamórate de quien pueda verte en tu oscuridad'. Y tú eres el único que hace alejarme de ella por un rato, por un instante creo que soy verdaderamente feliz, y eso no es algo que cualquiera consiga. Cuando me dicen que te gusto o cuando me dices esas tonterías que me hacen reír detrás de la pantalla, no sé si creérmelo, en el fondo deseo que sea cierto. No quiero ilusionarme, no quiero cagarla, no quiero engañarme, aún tengo cicatrices muy recientes como para correr el riesgo de abrir de otras nuevas, pero tú haces que mi soledad se desvanezca. Y no sé como lo haces, te tengo todo el día en la cabeza, pensando que estarás haciendo, si piensas en mí, como yo lo hago contigo, y te echo de menos, sin haberte tenido jamás. Yo, no me atrevo, no soy valiente, tengo miedo de arriesgar y perder, porque sé lo que duele y creo que no podría levantarme esta vez. Estoy hundida, soy emocionalmente inestable, odio tantas cosas de mi… Pero al hablar contigo, todo eso se me olvida, me distancio de mi realidad para poder ser feliz por esos minutos, por esas horas. Estás haciendo algo, me estás cambiando, y me gusta, pero me asusta a la vez, la otra vez que un chico consiguió cambiar mi vida, acabé pasando el peor verano de mi vida, los peores días que recuerdo, sin comer, sin dormir, sin poder ser feliz.
Sé que no debería quererte, o lo que sea que me está pasando dentro de mí, pero aún lo estoy haciendo, y ya no creo que pueda tirar para atrás, nadie se merece a alguien tan tonta como yo, nadie merece una chica tan insegura, con tantos miedos, con tanto amor por dar. 
Al hablar contigo todo cambia, es diferente, y me pregunto si alguna vez piensas en mi, ahora no sé cómo podría seguir sin ti, simplemente necesito que estés ahí, y no tengas prisa, porque todo irá como tenga que ir, por su camino, sin prisas, sin dolor, con felicidad. 
Déjame que seamos infinitos.


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Este es uno de los textos más especiales que he escrito, lo escribí hace unos cinco o seis meses. Ahora, soy feliz.


Mariona*

viernes, 17 de mayo de 2013

Perfecta por fuera, podrida por dentro


Sentada en el borde de la cama, agarraba con fuertes puños las sabanas, mientras las lágrimas cayendo sobre los muslos reprimían su dolor. La habitación era casi tan oscura como su alma, apenas unos cuantos rayos de luz entraban tímidamente iluminando sus piernas haciendo brillar con la luz del cielo las lágrimas del suelo. Con gritos sofocados intentaba que nadie la oyera ser frágil, ser vulnerable. Dejó de agarrar las sabanas, y quiera en silencio observaba sus manos que no podían parar de temblar. Se las acerco cuidadosamente a la cara limpiando los restos de lágrimas que asomaban con la intención de deslizarse. Se levantó con pesadez, abrió las cortinas observando las blancas nubes y la luz la cegó. Se dio la vuelta, pasó ante un espejo que evitó mirar y salió por la puerta de su habitación de vuelta a la realidad y a la vida que llevaba con una sonrisa postiza pintada en la cara.



jueves, 16 de mayo de 2013

Solo un poco más*

Te echo de menos. Sí, lo sé. Estás aquí, cada día, a mi lado, no te vas. Lo sé. Sé que estás a mi lado y que seguirás estándolo. El problema es que yo no te siento, te echo de menos. Echo de menos que me sorprendas, echo de menos tus abrazos imprevisibles, los besos robados, las caricias que solías hacer hasta dormirme.. Echo de menos tumbarme a tu lado y reír, reír y reír, como solíamos hacerlo. Puede que todo siga igual, como siempre, que nada haya cambiado y puede que sea yo que tengo demasiadas manías. Pero no te siento y lo odio. Porque te quiero, pero no estás. Y no quiero, no me gusta esto. Necesito sentirte, necesito que me abraces cada vez que quiera rendirme y me empujes, necesito que te rías conmigo por cada tontería, que te rías de mi cada vez que jugamos y pierdo, te necesito a ti.
No quiero que los ojos se llenen de lágrimas cada vez que nos despedimos, por miedo a que sea el definitivo, lágrimas que intento sostener cada vez que estoy a tu lado. Lágrimas de rabia, impotencia de saber que estás, que estamos, y que no estoy...  Te quiero y te necesito. Te necesito porque me has demostrado que vales la pena, que todo esto merece la pena, porque a tu lado me siento bien, muy bien. Y no quiero que esto se quede en nada. No quiero que esto acabe sin más. No quiero que esto se vaya muriendo poco a poco... no quiero que se vaya consumiendo, no quiero, no puedo. Quedémonos  un rato más, sólo un poco más...




martes, 14 de mayo de 2013

De todos mis recuerdos, eres el único que lejos de ahogarse se siente más vivo con Tequila.

Porque cada vez que bebo un trago de esa bebida, me viene tu rostro a mi cabeza, y me sigo preguntando porque tuviste que desaparecer, que me sigue faltando una parte de mi desde que no estás. Eres una parte fundamental en mi vida, en mi corazón, no podría vivir, si supiera que tú no estás en algún lugar, aunque esté muy lejos, aunque esté a más de diez mil kilómetros, porque lo prometido es deuda, no me iré a ningún lugar, hasta que no vuelvas, no olvidaré ni un solo segundo que hayamos vivido juntos porque eres una de las personas más importantes en mi vida, porque la vida solo te da a conocer cinco grandes personas, y estoy segura que tu eres la una de estas. No sé si acabarás por irte más lejos, por abandonarme del todo. Porque eres demasiado especial, demasiado único, demasiado parte de mi vida, demasiado Jordi. Te necesito, lo sé, es algo que jamás dudaré y jamás he dudado, nos separamos un tiempo, ni nos hablábamos no existíamos el uno por el otro y ahora que te has ido, que de verdad has desaparecido, ahora, me doy cuenta que eres fundamental, que no puedo seguir mi camino sin ti. Porque miro esas fotos, recuerdo esas tonterías. Eres mi recuerdo favorito. De todos mis recuerdos, eres el único que lejos de ahogarse, se siente más vivo con Tequila, mi bebida, tu bebida, nuestra bebida. Y si supieras que ya no bebo alcohol, te reirías de mí, creías que no podía, y aquí me tienes, no puedo mentir de vez en cuando le doy un trago a esa botella que me regalaste, tan pequeño que no parece que la botella se vaya vaciando. Pero lo hace. Desde que te fuiste, se ha ido vaciando poco a poco, pero de algo estoy segura, cuando vuelvas aun quedará suficiente alcohol, para hacernos un cubata cada uno, brindar por más que un siempre, por más que un infinito. Y aun quedará ese último trago, que te beberás tu, porque al igual que empezó, también terminarás esa botella.