Ella vive en una buena casa. Ella tiene padres y hermana. Tiene mascotas. No le falta nada. Sin embargo, Ella no es feliz. Ella no siente que tenga derecho a sentirse desdichada pero así se siente. No es feliz por que le falta algo. Sus padres le daban lo que necesitaba, un techo, comida, ropa... pero ella no quería eso. Necesitaba que la dejasen vivir. Ella tenía una urgencia de ser amada muy fuerte. Los demás no la trataban bien. No tenía grandes oportunidades para relacionarse. Era solitaria no porque quisiera, si no porque las circunstancias lo habían hecho así y eso la hacía desdichada. No es feliz. No es feliz pero sólo Ella lo sabe. Porque nadie más quiere molestarse en averiguar si es feliz realmente. Las personas que hay a su alrededor, ven su fingida y bien conseguida sonrisa y, aunque hay indicios de que algo hay mal, prefieren no verlos, prefieren convencerse a si mismos de que todo la va bien a Ella. Es más cómodo y más fácil.
En realidad, Ella lo prefiere así. No hace lo que hace por llamar la atención, lo hace porque no tiene otra manera de liberarse, lo hace porque se odia, aunque ni si quiera sabe el motivo exacto de por qué lo hace.
Pero lo hacía
Ella llega a casa, como cualquier día normal, fingida sonrisa, ojos tristes, aire alicaído. Saluda a su madre.
Su boca dice que todo ha ido bien,
Su cabeza dice que no puede aguantar mucho más.
Ella entra al baño, echa el pestillo. Su hermana golpea la puerta exigiendo entrar. Le pregunta que que hace, que cuanto le falta.
Su boca dice que tardará poco, que sólo está en la ducha
Su mente dice que tardará poco, que se está rompiendo a sí misma
Se corta. Aprieta los dientes. Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete veces.
Deja que la sangre salga, se libera a sí misma. Su alma le susurra a su corazón: "puedes aguantar un día más"
Ella va al instituto, retraída en sí misma, en un descuido sus cicatrices quedan a la vista por un instante. El suficiente para que unas muchachas sin piedad ni compasión los vean.
"Rara"
"Está loca"
"Es una suicida"
"Bicho raro"
"Es una amargada"
"Sólo quiere llamar la atención"
"Penosa, asquerosa"
Lo dicen sabiendo que Ella les escucha, sin molestarse siquiera en pensar la causa de ese sufrimiento.
Su boca guarda silencio.
Su alma se rompe un poco más.
Ella va a una tienda con su familia, con su música un tanto aislada. Su hermana compra montones de prendas de ropa. Ella tan solo quiere unos libros. Ella se refugia en ellos.
Su hermana opinaba que Ella era una rata de biblioteca, una solitaria, una sosa, un desperdicio.
Quiso la vida que un chico finalmente se enamorase de Ella. Ella es realmente feliz durante un tiempo. Ella, locamente enamorada, entregada a él, confiada, cree que tras unos meses de feliz relación, no es justo seguir ocultándole su dolor y, confiada en su amor por ella, le muestra su lado mas vulnerable, le muestra su dolor, le muestra su alma, le muestra su intimidad, le muestra lo que ha tratado de ocultar al mundo tanto tiempo.
Y él se horroriza, retrocede, la mira con espanto, con asco. La repudia, rompe con ella, la llama "loca".
Él le contó a todos lo que vio, diciéndoles a todos los que le escuchaban lo asquerosa y repugnante que era Ella.
Ella se rompe, llora, se encierra, ya sin temor a que su familia sospeche, se corta, se corta hasta sangrar lo que nunca había sangrado. Vive sin vivir, muere su alma, muere su corazón.
Su boca no dice nada
Su cabeza solo pide mas cortes.
Y su cuerpo obedece.
Pero no se siente lo suficientemente valiente como para acabar con todo. Se contenta con ese cómodo estado de semiinconsciencia, rota por sus sesiones de cortes y el sueño en las noches. Sigue con su vida monótona rota y oscura. Sola.
Ella sigue así con su vida. Ya acostumbrada a ser repudiada y a estar apartada de los demás, vive en un mundo de imaginación. Evade su realidad con música. Pasa el día imaginando un mundo paralelo perfecto para ella. A veces piensa si no se estará volviendo loca. Aunque la realidad es que le da igual estar loca o no.
Llega un momento en el que, esas ilusiones se convierten en algo más real para ella. Su solitaria mente, ansiosa de algún contacto social parece ver su mundo imaginario más real de lo que es. Con el tiempo, ella pierde el concepto de la realidad. Ella es consciente de ello. Es consciente de como va perdiendo su razón y su cordura. Refuerza la idea del suicido pensando que si muere, la nada que le espere después siempre será mejor que vivir en ese mundo desestructurado. No hay nada ni nadie que la aten aquí. Nadie la llama. Nadie se interesa por ella. A todos les da igual.
Era tan fácil como coger su vieja cuchilla. Unos cortes mas profundos de lo normal en sitios clave y en unos minutos, todo habría acabado. No habría mas dolor. No tendría porque seguir viviendo en una vida que la consumía.
Y así fue como Ella, olvidada por todo y por todos, sola, enloquecida y desesperada, se quitó la vida y abandonó esto que tanto la hizo sufrir. Ahora todos piensan que se podía haber evitado. Ahora todos se dan cuenta de lo que podrían haber hecho con tan solo unas palabras. Teniendo un poco de compasión.
Pero ahora es demasiado tarde.
Ella se fue, después de una corta vida gris, ella se fue. Como fuego, se consumió.