Porque cuando esa sonrisa se dibujaba en su
cara automáticamente se dibujaba en la mía, sin poder evitarlo. Parecía que
estuviéramos emocionalmente compenetrados. Él sonreía, yo sonreía, él lloraba,
yo lloraba, es como esa frase de Titanic tan bonita “Tú saltas, yo salto”. Se
lo dije una noche en su casa, cuando los dos estábamos tan cansados de este
infierno interminable, cuando los dos, creíamos imposible sonreír, jamás. Como
decía, emocionalmente compenetrados. Momentos increíbles, eso es lo que pienso
al pensar en él, cuando su risa, aun era la melodía más bonita que podía
escuchar. El peor momento fue, ese beso, ese abrazo de despedida, que decía que
jamás volvería a ser como antes, que cualquier cosa puede pasar en cualquier
momento y puede hacer que nada vuelva a ser como antes. Cuando se lo contaba a
ella, decía “Imposible, os amabais, ¿qué ha pasado?” Mi única respuesta a la
pregunta del millón era, “Un infierno como este lo hubiese aguantado a su lado,
ahora no quiero que sea así, lo que creía el infierno, era la Tierra en un día
como todos los otros, en cambio, ahora sin él, nada puede volver a ser lo
mismo, esto es el verdadero infierno”. Recordando, vuelvo atrás, una tarde como
cualquier otra, tumbados en mi cama, música de fondo de la cual solo nos
percibimos de una canción, esa frase de estopa tan bonita, tan efímera, tan perfecta
para reflejar todos los sentimientos que en esa habitación se sentían. “Porque
sé que la sonrisa que se dibuja en mi cara tiene que ver con la brisa que
abanica tu mirada”. Es precioso, cuando esa voz, grave, entra por un susurro, y
llega directo al corazón que puedes hacer en ese instante, no sé como
reaccionaria la otra gente, pero lo único que pude hacer yo fue, besarlo,
besarlo como si el mundo se acabara después. Y recordando todo eso solo puedo
llorar y sonreír mientras lo pienso. Eres el único que ha sabido entrar hasta
el fondo de mi corazón.
Absolutamente dirigido a ti, te quiero como a
nadie he querido, más bien te amo. No te engaño si te digo que cada momento
contigo ha sido increíble. Si quieres que todo vuelva a ser como antes, solo búscame,
a mi casa, al instituto, en medio de la calle, a cualquier lugar, búscame,
llámame, dime que sigo siendo la protagonista de tus sueños, dime que sigues
pensando en mi, esta noche, dime que me quieres.
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