El último beso con sabor a lágrimas, la maldita despedida de
siempre. En aquel momento sentí que te perdía, por mucho que me repetías que
volverías. Esos 254 kilómetros nos separaron en cuanto dejé de abrazarte. Todo
es más difícil desde entonces, el mundo me sobra si tú no estás aquí, conmigo.
Llevo demasiado tiempo sin tus besos, sin ver tu sonrisa a cada rato, sin esas
tonterías de niño que me hacían reír, sin sentir tu calor, sin tus “te quiero”.
Necesito revivir un abrazo de esos interminables, o mejor aún, un beso que me
deje sin aliento. Solo espero que te acuerdes del famoso número 1, tú ya me
entiendes, que sonrías al pensar en mí como yo lo hago contigo, y que recuerdes
la promesa que me hiciste en ese andén: Volveré.
Mariona*
No hay comentarios:
Publicar un comentario