#5

Ver fotografías tras fotografías. Sonrisas tras sonrisas. Te quiero tras te quiero. Es desearle a ella lo peor, sin conocerla a penas de nada. Es cagarte veinticinco veces en sus muertos, y otras veinticinco, en tu corazón. Es sonreír al verte, decirte hola dos o tres veces. Fingir no importarme, y charlar como una persona normal. Es ser una estúpida cuando me imitas con la voz de gilipollas que pones. O, hablarte por un puto ordenador deseando tenerte a dos centímetros. Es imaginarme noches en tu cama, a tu lado. Contando las estrellas invisibles de tu techo. Los te he echado de menos. Los te quiero. Es esperar cinco largos meses, a tenerte delante de mí. A desear tocarte, abrazarte. A pensar que no eres un sueño. Que de verdad esos ojos que me miran con alucinación cada vez que me ven, son de un color verdoso intenso. Es ser una niña pequeña con voz de pito cada vez que te veo. Es llorar delante tuyo, por culpa de otros, y no saber cómo actuar. No saber qué decir. Es pronunciar tu nombre, y sentir más que mariposas. Más que hormigas. Es, el puto hecho, de saber que me voy a enamorar de ti. Y que, se va a romper mi barrera contra el amor. Es saber, que te voy a echar de menos cuándo no te tenga a mi lado. Y que cuando estemos a quilómetros, ni siquiera hablar contigo me saciará. Porque, lo único que desearé en ese momento, será volver a verano. Y saber, que te quise. Y que te eché de menos cada momento en el que no aparecías por mi vida.

Frase del día: Muchas veces creemos que la vida nos dice “no”, 

cuando en realidad nos dice “espera”.