-Venga ¡Vamos! Pégame... Lo estas deseando -Vuelve a sonreír- ¿Que vas a conseguir con eso? Ella me prefiere a mí, no hay más que hablar. Si, te engañaba conmigo durante todos estos meses y no te has dado ni cuenta... -Se rió- ¡Eres un ingenuo! ¿Acaso creías que tus musculitos iban a servir para que ella no se alejara de ti? Helen me pertenece. Le doy lo que tú no puedes darle
Darel, ciego de ira, le tira al suelo de otro puñetazo
-¡Cállate!
-¡Sabes que es verdad! ¡Mira! -se baja el cuello de su camisa y le deja ver una marca de carmín rojo- Acabo de estar con ella... -Darel no entiende por qué, pero su voz se ha ido apagando en esa última frase- Esa Diosa es mucha mujer para ti -Y acaba susurrando un-: ¡Mátame!... Lo estoy deseando
(Pobres idiotas, que se pelean por ella. No son los primeros en hacerlo, ni serán los últimos. ¿El final de esta historia? Trágico, como todo lo que rodea a Helen. Pero los valientes ya lo saben antes de apostar con ella: Helen juega a juegos peligrosos. Y como Diosa puede causar daños irreparables)
Frase del día: No busques la vida perfecta,
disfruta de los momentos en que la felicidad parece dibujarse.
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